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'Una nueva amiga' - Más nombre que resultado

Vía El Séptimo Arte por 13 de mayo de 2015
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'Una nueva amiga', o la nueva película de un François Ozon que, fiel a su costumbre, maneja con aplomo y soltura un filme que bordea peligrosamente el ridículo en el que sin embargo nunca termina de ahogarse. Un difícil equilibrio en la antesala del desastre dónde en gran medida se encuentra la medida de su gracia. O más bien, de una presunta gracia a la que Ozon, en realidad, no le encuentra la (justa) medida. Ni contigo ni sin ti: Su irregularidad, bandazos y constantes vaivenes desconciertan, descolocan, dando en ocasiones la sensación de estar viendo una especie de versión festivalera y aburguesada de una 'Sra. Doubfire' con crisis de identidad.

El cineasta francés sigue más o menos a lo suyo, probando sin definir en esta imperfecta oda almodovariana que se define a través de su propia excentricidad. No aburre, no entretiene, pero la curiosidad con la que juega Ozon le hace salir indemne gracias, en parte, a ese toque transgénero relativamente imprevisible, relativamente... tentador; en parte, porque Romain Duris y Anaïs Demoustier son una apuesta medio segura para cualquiera de los sexos. Por más que, una vez más, el nombre de Ozon no sirva para rematar una alternativa un tanto efervescente y caprichosa que, parece, se valida más por nombre que por un resultado a la altura de dicho nombre.


Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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Comentarios

  • Avatar de lourdes lulu lou
    lourdes lulu lou 17 de Mayo de 2015, 01:18:09 PM
    Extravagante, extraña, compleja y rocambolesca, creativa imaginación que, al margen de comparanzas nocivas con anteriores trabajos de François Ozon, simplemente se recuerda.
    "Recuerdo lo que nos decían cuando éramos niños, los hombres nacen en un repollo, las niñas en una flor; yo nací en una coliflor"; en la versión española, tenemos la popular canción de Los Bravos, que dice "las chicas con los chicos tienen que estar, los chicos con las chicas han de vivir y, estando todos juntos deben cantar..." , el problema es cuando uno no tiene claro dónde nació, una no sabe con quién quiere estar, la vida se complica y las barreras entre lo claro y oscuro, lo aceptado e ignorado, lo obvio y opaco se difuminan, confunden y uno ya no sabe si está a la derecha, si conduce por donde debe, si hay una única postura correcta o, todo vale en el enrevesado y difícil mundo de los sentimientos y el amor.
    Porque, si algo caracteriza a estos personajes es el atrevimiento, la osadía de desprenderse de sus miedos y vivir su vida al margen de opiniones, sentencias y dictámenes de vecinos jueces, amigos árbitros y familiares censores que determinan lo que está bien, lo permisivo y que ni entienden, ni preguntan, ni quieren o molestan en saber pues ello llevaría a perder esa seguridad emocional que les dicta que la mujer se maquilla/el hombre se afeita, una femenina con medias/otro masculino sin tacones, nada de mezclar, barruntar o jugar a quién es quién con disfraces que ofenden, nublan y estropean su buen juicio.
    Un guión exquisito, delicado y sutil que avanza con estilo y bravura hacia el desastre de activar un volcán, cuya lava, es imposible de controlar pues una vez en marcha, ya no hay vuelta atrás, sus devastadoras cenizas entierran toda supuesta normalidad existente hasta el momento para trasladarse al atractivo del caos, el esfuerzo de la naturalidad, el interrogante de lo desconocido, la ansiedad de la ambivalencia, el deseo de exaltación, el fabuloso descubrimiento de un enigma, espíritu oculto que anula su silencio, destapa su rostro y tiene la hombría de elevar su voz para gritar ¡estoy vivo! y esto es lo que quiero; la fortuna sublime de encontrar con quien compartir tu esencia, tu día a día y tu intimidad más preciada y valiosa.
    Maravilloso dúo interpretativo -excelente Romain Duris en su transformación de David a Virginia- de complicidad espléndida y sabrosa armonía degustativa que borra los límites de lo aceptado, de la cordura autoimpuesta, que desplaza las barreras establecidas, destapa el miedo a lo nuevo, mueve los cimientos de su acostumbrada estructura, invita a la reflexión, donde apetece su digestión, el análisis de todo un cuerpo que te involucra con devoción, suavidad y pasión en su imprevisto pero letal terremoto que seguirás analizando tras su andadura pues invita al comentario y su discusión, despierta polémica y atrae todo tipo de opiniones, reproches, aplausos y dudas que se puedan despertar en tu interior.
    Desorden y desconcierto abren el debate de este "Tootsie" voluntario e incontrolado, deseoso de libertad que desea vivir, como mujer, lo que no se le permitió como hombre, que encuentra a su particular Victoria quien entiende, acepta y necesita de este Victor que la complementa, concreta y conforma como persona feliz, un potente "contaminame, mézclate conmigo, debajo mi rama tendrás abrigo..." que evoca fuerza, coraje, ilusión, ya no de salir del armario, "Mi querida señorita" -con 43 años de diferencia-, sino de romper cadenas, avanzar y olvidar los propios martirios y torturas que cada cual se impone a si mismo, superar la cárcel, respirar y salir a pasear, de mujer o hombre, travesti o lesbiana, de la mano o sin ella pero siempre sonriendo, orgullosas y dichosas.
    Argumento loable en su eficacia, impacto, estupor, confusión y avance lento pero firme y seguro, iluminada fotografía que refleja el seductor colorido de la curiosidad, de la respuesta aún no expuesta, de una lograda dirección que deja hablar a la intimidad en su secreto paraíso construido al margen de normas y leyes válidos para otros/nunca más para ellos; ambigüedad y comicidad revueltos en escenas plácidas, controladas y serenas en su superficie, de logrado maquillaje que explosiona sin apenas estruendo pero con rotundidad.
    Pierde fuelle, por momentos leves, para volver al gusto de la mezcla y el placer de la combinación de quien acepta la identidad exclusiva de una nueva amiga por la que sentirás inquietud, duda, desasosiego, indecisión y esa vacilación  loca de no entender por dónde camina, a dónde conduce pero a la que acompañas con deleite, curiosidad y desvelo, certificado de que la película cumple su misión: cautiva al interés, seduce a la sugestión, fascina al entendimiento y motiva el deseo de análisis y desmembramiento de las partes e ingredientes de este barrullo que, en el fondo, es más sencillo de lo largamente pensado..., fortuna de encontrar lo que se necesita, coraje de aceptarlo, valentía de hacerlo realidad y vivirlo, un honesto ¡hakuna matata!, vive y se feliz.
  • Avatar de Beyond
    Beyond 23 de Mayo de 2015, 03:41:32 PM
    Ozon se está especializando últimamente en tocar temas polémicos con historias imaginativas y algo extravagantes. Ya lo hizo en su anterior película, Joven y bonita cuya protagonista era una menor de edad que se dedicaba voluntariamente a la prostitución. Aquí toca un tema aún más difícil de representar en pantalla porque, como dice Wanchope, le lleva a estar bordeando el ridículo durante todo el metraje. De hecho, el gran mérito de esta cinta es que, pese a lo difícil de dicha empresa, logra mantener su concepción de película seria hasta el final, aunque sea de forma bastante forzada y a costa de estar bordeando el límite entre drama y comedia involuntaria en muchas escenas. El problema principal que le veo a la película, más allá de su atrevimiento, es que no logró que su historia llegara a interesarme verdaderamente.

    Mi nota es 6/10.